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domingo, 16 de septiembre de 2012

EL RÍO "DUERITO"

 
Para cambiar un poco de tema, me gustaría hablar de un hecho muy curioso que se está produciendo en el río Duero desde hace días a su paso por la ciudad de Soria. En este punto del curso, el caudal del río se ve alterado desde los años sesenta del siglo XX, en concreto desde 1963, por el embalse construído unos kilómetros río abajo, cerca de la localidad de los Rábanos. Es el conocido como Embalse de los Rábanos.
 
El resultado de este embalsamiento es la acumulación de agua en el tramo entre Garray y Soria, además del propio embalse entre la capital y Los Rábanos obviamente. El embalse convierte a un  río "recién nacido" como el Duero en un imponente río con una anchura de casi cincuenta metros de orilla a orilla. El agua inunda las orillas, la vega del río, y éste "discurre" (por decir algo, porque en realidad está casi estancado) encajonado entre la "Sierra de Santa Ana" (Este) y el monte de "El Castillo" (Oeste) en cuya falda se encuentra la ciudad.
 
Sin embargo, desde hace días, el río muestra una imagen bien distinta. Como consecuencia de unas obras de mantenimiento en la presa del embalse de los Rábanos, se ha abierto dicha presa para "vaciar" el embalse y también ha disminuido el caudal del río en el tramo mencionado, concretamente al pie de la sierra de Santa Ana, justo debajo de la Ermita de "San Saturio", patrón de Soria. El resultado son estas imágenes:
 
 


 
 
En condiciones normales, con el embalse en funcionamiento, los márgenes del Duero, la vega, está inundada, pero ahora se puede ver ese terreno, diferenciar el primitivo cauce del río, muy estrecho, como corresponde al tramo alto (de montaña) de un río y distinguir las infinitas ramificaciones y vueltas que da la corriente (en este caso sí hay corriente por la apertura de la presa) de agua para encontrar una salida.



 
No obstante, este curioso fenómeno se ve acentuado, no sólo por las obras del embalse de los Rábanos, sino también por las escasa reservas de agua que posee el embalse de "La Cuerda del Pozo", decenas de kilómetros río arriba y que se ecuentra en torno a un 30% de su capacidad a causa de las pertinaz sequía de los últimos meses.






Sin duda son unas curiosas imágenes y los sorianos se impresionan al contemplar cómo el Río Duero es más bien, ahora y en este punto de su cauce, el "río Duerito" por la poca agua que baja. Pero, insisto, que en condiciones naturales, sin la mano del hombre de por medio, es así como debería ser. De hecho, sólo hay que ver fotografías antiguas del río en las que se ve un caudal no mucho mayor al de ahora mismo.
 
Por último, en el terreno antes anegado y ahora emergido (temporalmente), se pueden ver todo tipo de materiales: desde los restos de un puente antiguo bajo el moderno, hasta chatarra, barcas hundidas e incluso una carretilla y un extintor. No estaría nada mal, que el Ayuntamiento de Soria, dentro de ese plan de saneamiento de las márgenes del Duero que tiene (y que ha embellecido el paisaje), se molestase en limpiar ese terreno. Sin duda sería un gran colofón para ese proyecto. Es una sugerencia.
 
Dentro de un mes aproximadamente, el Duero recuperará su aspecto normal.
 
 
 
 
Para ver las fotografías en grande, haced click sobre ellas. Fotografías tomadas en la mañana del 16 de septiembre de 2012.

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