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domingo, 27 de febrero de 2022

UCRANIA Y RUSIA EN 6 MAPAS



Desde la Revolución del Euromaidán en 2014, Ucrania ha pasado de ser un país prácticamente desconocido para Occidente a aparecer frecuentemente en los medios de comunicación. La invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022 es el último episodio de una historia compleja. Repasamos aquí los hitos más destacados de la historia de Ucrania y de Rusia con seis mapas.


1. El Rus de Kiev (ss. IX - XIII)


A finales del siglo IX, los rusos, que habitaban cerca del Mar Báltico, se desplazaron hacia el sur, a las llanuras ribereñas del Mar Negro y atravesadas por los ríos Dniéster y Dniéper. Crearon el Principado de Kiev, el primer Estado ruso, y establecieron contactos comerciales con el Imperio Bizantino. En el siglo XIII, los ejércitos mongoles invadieron Europa oriental y sometieron el Principado de Kiev. Posteriormente, cuando el Imperio Mongol se fragmentó, aparecieron pequeños principados, como el Kanato de Crimea, en el sur de la actual Ucrania. No hay diferencias entre los pueblos eslavos del norte (no podemos distinguir entre rusos y ucranianos).



2. Expansión rusa (ss. XIII - XIX)


Los príncipes rusos de Moscú empezaron a fortalecer su posición a comienzos del siglo XIV, sometiendo otros Estados rusos cercanos. Progresivamente, como se puede ver en el mapa, conquistaron amplios territorios, extendiendo su control hacia el sur y el oeste a costa de otros Estados como Suecia, Polonia - Lituania, el Kanato de Crimea y los territorios de la Orden Teutónica. El objetivo de los zares rusos desde el siglo XVII fue triple: 1) crear un territorio tapón en el oeste que protegiese el núcleo central ruso en torno a Moscú, 2) lograr una salida al Mar Báltico (San Petersburgo en 1703) y otra al Mar Negro (Sebastopol en 1783) y 3) expandirse hacia Siberia, el este, donde no tenía ninguna competencia. La ciudad de Kiev, que había sido capital del primer Estado Ruso, fue conquistada por la Rusia de los Romanov en 1667.



3. El Imperio ruso en 1914


En vísperas de la Primera Guerra Mundial (1914 - 1918), el Imperio Ruso era un inmenso Estado que se extendía desde las llanuras polacas en el oeste al Océano Pacífico en el este y desde Laponia y el Ártico en el norte al Hindú Kush en el sur. Sin embargo, padecía una gran debilidad interna: pobreza y atraso económico y social. Además, era un Estado multiétnico donde numerosos pueblos no rusos (polacos, fineses, estonios, armenios) reclamaban su independencia. A finales del siglo XIX se forjó también la identidad nacional ucraniana: una historia diferenciada de Rusia, una lengua unificada a partir de diversos dialectos rusos, unos orígenes mitológicos, etc. En este momento, los eslavos del norte se dividían en "grandes rusos" (rusos), "pequeños rusos" (ucranianos) y "rusos blancos" (bielorrusos).



4. La Guerra Civil Rusa (1917 - 1922)


Como consecuencia de las continuas derrotas de los ejércitos del zar Nicolás II en la Primera Guerra Mundial, estalló la Revolución Rusa en 1917. Fue un complejo proceso que se desarrolló en dos fases: la Revolución de febrero y la Revolución de octubre. Tras esta, los bolcheviques liderados por Lenin tomaron el poder. Lenin retiró a Rusia de la Primera Guerra Mundial en el Tratado de Brest-Litovsk (marzo de 1918), perdiendo numerosos territorios en el oeste: Finlandia, las Repúblicas Bálticas, Polonia y Ucrania. En la posterior Guerra Civil Rusa (1917 - 1922), los bolcheviques consiguieron recuperar el control sobre Ucrania e integrarla en la nueva Unión Soviética en 1922. Se formaron así la República Socialista Soviética de Ucrania y la República Socialista Soviética de Rusia, entre otras. Todas estaban dentro de la URSS.



5. La Unión Soviética (1922 - 1991)


La URSS estaba formada por quince repúblicas socialistas soviéticas que, en teoría, gozaban de amplia autonomía. En la práctica, sin embargo, imperaba el centralismo de Moscú. El proceso de rusificación del país fue intenso, sobre todo en algunas etapas, como el periodo estalinista (1924 - 1953). En Ucrania, numerosos pueblos fueron deportados a Siberia, como los tártaros de Crimea o los cosacos. Los ucranianos sufrieron el hambre en los años 30, muriendo casi 5 millones de personas. Muchos lo consideran un genocidio: "Holodomor". Durante la Segunda Guerra Mundial (1939 - 1945), algunos ucranianos vieron en la invasión nazi una oportunidad para recuperar la tan ansiada independencia de la URSS. 



6. La Ucrania actual (1991 - 2022)


La actual República de Ucrania es el resultado de un largo proceso de incorporación de territorios al núcleo original en torno a Kiev. Lenin incorporó a la RSS de Ucrania las regiones del Dombás y el sur (Odesa), muy ricas económicamente. Stalin incorporó Rutenia, conquistado por el Ejército Rojo en la Segunda Guerra Mundial. Y Kruschev en 1954 anexionó la Península de Crimea que a partir de entonces fue administrada desde Kiev. La República de Ucrania ganó la independencia de la URSS en agosto de 1991. Rusia se independizó de la URSS en diciembre de ese año.

En 1994, el Memorándum de Budapest garantizaba la integridad territorial de Ucrania previa cesión a Rusia de todo el armamento nuclear que había en territorio ucraniano. En 2014, Rusia violó el memorándum y se anexionó la Península de Crimea en un clima de inestabilidad en Ucrania por la Revolución del Euromaidán y la guerra en el Dombás.




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jueves, 24 de febrero de 2022

¿QUÉ OCURRE EN UCRANIA?


El 25 de diciembre de 1991, hace apenas treinta años, se desintegró la Unión Soviética, víctima de sus propias contradicciones internas y del descalabro económico del sistema comunista. De ella surgieron quince nuevas repúblicas independientes, siendo su heredera jurídica a nivel internacional la Federación Rusa. El espacio soviético se fragmentó no sólo en el plano territorial sino también desde un punto de vista político y cultural, pero Rusia nunca renunció a ejercer la tutela sobre los países vecinos.

La implosión de la URSS fue también el punto final de la Guerra Fría, el sistema de relaciones internacionales que había imperado en el mundo desde la Segunda Guerra Mundial (1939 - 1945). El bloque comunista, que había rivalizado durante décadas con el bloque capitalista liderado por Estados Unidos, se hundió dejando a la superpotencia americana como la única en el mundo. La nueva Federación Rusa no podía compararse a la antigua URSS y su poder político y económico era mucho más reducido. No así su poder militar, que se mantuvo prácticamente intacto.

Estas son las dos grandes frustraciones que Rusia ha arrastrado desde hace tres décadas: el fin de su hegemonía indiscutida en una mitad del mundo y el dominio absoluto de un vastísimo imperio territorial que se extendía desde Alemania en el oeste hasta la Península de Kamchatka en el este y desde el Ártico en el norte hasta el Hindú Kush en Asia Central. Fuera de Rusia quedaban además amplias regiones que habían estado dominadas históricamente por Moscú, como Ucrania y el Cáucaso. Lo único que conservó Rusia fue su enorme poder militar y unos valiosos recursos naturales.

La apertura a la economía de libre mercado fue catastrófica en casi todos los países nacidos de la Unión Soviética. La transición desde el comunismo al capitalismo fue un desastre en Rusia y en Ucrania. Se formó enseguida una oligarquía empresarial que concentró la mayor parte de la riqueza del país. Esto influyó también en la implantación de regímenes democráticos al estilo occidental. Ni Rusia ni Ucrania ni el resto de república exsoviéticas (con la excepción de los países bálticos) habían disfrutado antes de democracia liberal, y así siguen treinta años después. Su implantación fue un fracaso. 

La idea de que todos los problemas se solucionan con un líder autoritario fuerte está muy arraigada en las sociedades rusa, bielorrusa, kazaja y, en menor medida, ucraniana. Líderes como Alexandr Lukashenko (en Bielorrusia), Nursultán Nazarbáyev (en Kazajistán) y Vladímir Putin (en Rusia) son ejemplos de ello. En Rusia, además, muchos confían en que Putin recupere el prestigio del país y vuelva a convertirlo en una gran potencia respetada y temida por el resto de naciones, en especial por Occidente (Europa y EE.UU.), como en los tiempos de la Guerra Fría.

Por si fuera poco, en los treinta años que han transcurrido desde la caída de la URSS y el presente, la OTAN ha ampliado sus fronteras progresivamente hacia el este, acercándose cada vez más a Rusia. La OTAN es una alianza militar creada en 1949 bajo el liderazgo de EE.UU. para enfrentar un posible ataque de la URSS. Con la desaparición de esta, la OTAN no se disolvió y la nueva Rusia la vio como una amenaza. Al mismo tiempo, los antiguos países satélites de la URSS (Polonia, Checoslovaquia, Hungría, etc.) y las repúblicas bálticas (Estonia, Letonia y Lituania) vieron en la alianza atlántica el escudo de protección necesario para evitar la injerencia rusa en sus países. 

El miedo de Rusia a perder la influencia sobre el antiguo espacio soviético la ha llevado a intervenir directamente en países que ahora son independientes. Habitualmente, Moscú ha aprovechado las poblaciones étnicamente rusas o ruso-parlantes que viven en estas naciones para desestabilizarlas en beneficio propio. Así ocurrió en la temprana fecha de 1990 (antes del hundimiento de la URSS) en Transnistria, una región moldava donde aún hoy hay tropas rusas. 

En 2008 ocurrió algo similar con las regiones de Abjasia y Osetia del Sur que proclamaron su independencia de Georgia y fueron reconocidas por Moscú. Después el ejército ruso entró en Georgia para proteger las nuevas repúblicas. En 2014, tocó el turno a Ucrania con las rebeliones de las regiones rusófonas de Donetsk y Lugansk en el Dombás. Su independencia ha sido reconocida ahora, en 2022, pero el gobierno ruso ha estado apoyando a los rebeldes desde entonces.

Ese mismo año de 2014, el presidente ruso Vladímir Putin dio un paso más en su empeño por mantener el control sobre Ucrania cuando anexionó a Rusia de manera ilegal la estratégica Península de Crimea, algo que violaba la integridad de Ucrania y todas las leyes internacionales. También hay poblaciones rusas en otros países exsoviéticos como Estonia, Letonia y Kazajistán que pueden ser utilizadas por el Kremlin para desestabilizar esas naciones. Caso aparte es Bielorrusia, cuyo presidente Lukashenko es un estrecho colaborador de Rusia. Para Occidente Bielorrusia es un Estado títere de Moscú; para Moscú es un buen amigo. 

En el discurso que Putin dio a la nación el 21 de febrero de 2022, anunciando el reconocimiento de la independencia de las regiones del Dombás, justificó su decisión con una retórica imperialista más propia del siglo XIX que del siglo XXI. Estaba además preparando el terreno para la invasión del país. Cuestionó la legitimidad de Ucrania como nación independiente y su derecho a existir: "Ucrania para nosotros no es sólo un país vecino. Es una parte fundamental de nuestra propia historia, cultura y espacio espiritual". Lo acusó también de ser un Estado fallido debido a la corrupción y un títere de EE.UU. (por querer unirse a la OTAN, precisamente para evitar una agresión rusa). Reivindicó, por último, el antiguo Imperio Ruso de los zares y el espacio soviético desaparecido en 1991.

Putin se ve a sí mismo como el líder fuerte capaz de restaurar la supremacía de Rusia frente a EE.UU., pero a su vez tiene miedo de la OTAN y su poder militar. Quiere que países como la propia Ucrania, pero también Bielorrusia, Moldavia, Georgia y Kazajistán, entre otros, constituyan un territorio tapón que proteja a Rusia de la OTAN y donde Moscú pueda intervenir cuando le plazca. Así lo dijo claramente: "Les dimos a estas repúblicas el derecho a salir de la Unión (Soviética) sin términos ni condiciones. Eso fue una locura."

¿Y cómo justificar una invasión militar en pleno siglo XXI? Convirtiendo al rebelde en víctima y a la víctima en agresor. Aludiendo a un supuesto genocidio de las poblaciones rusas del este de Ucrania. Amenazando con una guerra nuclear a gran escala. Destruyendo el imperio de la ley con el imperio de la fuerza. Y usando la impunidad que ofrece la debilidad del contrario. La siguiente pregunta es: ¿Saciará Putin su voracidad con la incorporación de una parte de Ucrania a Rusia y la implantación de un gobierno títere en Kiev? ¿O será solo otro capítulo de una serie de intervenciones militares y conquistas que no terminará hasta que alguien le pare los pies? ¿Y quién puede ser ese "alguien"? 





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