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jueves, 18 de agosto de 2016

YA NO ME ENCONTRARON...

OCHENTA ANIVERSARIO DEL ASESINATO DE FEDERICO GARCÍA LORCA



Cuando se hundieron las formas puras
bajo el cri cri de las margaritas,
comprendí que me habían asesinado.
Recorrieron los cafés y los cementerios y las iglesias,
abrieron los toneles y los armarios,
destrozaron tres esqueletos para arrancar sus dientes de oro.
Ya no me encontraron
¿No me encontraron?
No. No me encontraron.
Pero se supo que la sexta luna huyó torrente arriba,
y que el mar recordó ¡de pronto!
los nombres de todos sus ahogados.


Federico García Lorca.
Fragmento del poema "Fábula y rueda de tres amigos", Poeta en Nueva York.

Hace ocho décadas la Guerra Civil española afrontaba el primero de sus más de treinta y dos trágicos meses. En muchos lugares de España se habían producido, en ese tiempo, innumerables matanzas, ajustes de cuentas y fusilamientos. Miles de personas habían perecido ya (al final, la guerra se saldó con medio millón de muertos). Fue precisamente el 18 de agosto de 1936, en el primer mes del golpe militar, cuando fue asesinado el que se convertiría en la más célebre de las víctimas de la contienda: Federico García Lorca.

Unos días antes, el poeta (quizá uno de los mejores en la historia de la Literatura en castellano) se había refugiado en la casa de su amigo Luis Rosales, en Granada. El 16 de agosto, miembros de la Guardia Civil y de la Guardia de Asalto se presentaron allí para detenerlo en nombre del gobernador de la provincia. 

Lorca sabía perfectamente que era objetivo de los sublevados y de Falange por su significación política durante los años de la República aunque prefirió permanecer en España antes de partir al exilio. También se dice que en sus poemas (en concreto, en el poema del comienzo de esta crónica) Lorca predijo su propia muerte: "... comprendí que me habían asesinado"

Y es que junto a él, fueron fusilados en la madrugada del 18 de julio de 1936, hacia las cuatro de la mañana, otras tres personas ("...destrozaron tres esqueletos..."). Eran los banderilleros Francisco Galadí Melgar y Joaquín Arcollas Cabezas; y el maestro de Pulianas Dióscoro Galindo Monge. El lugar exacto de la ejecución se desconoce aunque se sabe que fue en algún punto entre las localidades de Viznar y Alfacar, al nordeste de la ciudad de Granada. También se desconoce la fosa en la que sus cuerpos fueron depositados.

"Ya no me encontraron / ¿No me encontraron?..." dice el poema. Y, en efecto, a día de hoy y tras algunos proyectos para localizar la fosa, el cuerpo de García Lorca sigue sin aparecer. Pero su nombre se convirtió de inmediato en símbolo de las injusticias de la guerra y en representante destacado de las victimas de los desmanes y aberraciones cometidos en la segunda mitad de los años treinta en España: "...y que el mar recordó ¡de pronto! / los nombres de todos sus ahogados...".

Por cierto, el fragmento corresponde a un poema escrito hacia 1930 cuando la Segunda República española (1931 - 1936) era tan sólo una utopía y nadie podía imaginar la Guerra Civil  (1936 - 1939) que la sucedería. Me voy a permitir la licencia de terminar esta crónica con un fragmento completamente ficticio de uno de los capítulos de la serie "El Ministerio del Tiempo" (TVE):





Una genial despedida a Federico García Lorca, ochenta años después de su muerte, ¿no creéis?

viernes, 5 de agosto de 2016

AUGUSTO Y LOS DIOSES

EL CULTO IMPERIAL Y LA DIVINIZACIÓN DE LOS EMPERADORES EN LA ANTIGUA ROMA 

Revista ARTyHUM, 27, agosto de 2016

Pretendemos describir, en este artículo, el proceso mediante el cual se desarrolló el culto al emperador durante el principado de Augusto. Destacaremos las motivaciones políticas, sociales y religiosas de esta forma de manifestación de lealtad así como las diferencias existentes en este ámbito entre las provincias orientales y el resto del imperio. Para ello es necesario seguir un orden cronológico que nos permita observar cómo el prínceps Augusto vinculó progresivamente su figura con los dioses para promover precisamente una imagen de ser superior, casi divino.

Pueden leer el artículo aquí.