BRUTO, SUS HIJOS Y J.L. DAVID
Siguiendo con la senda marcada en la entrada anterior, os propongo un reto: averiguad qué quiere expresar esta obra de J.L. David: "Los líctores llevando a Bruto los cuerpos de sus hijos muertos". Seguro que con las indicaciones de la anterior entrada y contemplando la obra no os resultará difícil descubrirlo...
Si de verdad, os resulta complejo, seguid leyendo...
Ya dijimos que J.L. David fue un revolucionario de los pies a la cabeza y que a pesar de ser pintor en la corte de Luis XVI, quien más tarde perdería el pescuezo, expresó en sus obras sus ideas políticas que defendían la revolución. Revolución que estallaría en 1789, precisamente el año en el que David terminó este óleo y se lo entregó a su monarca.
Evidentemente, vuelve a utilizar temática de la antigua Roma (muy de moda a finales del siglo XVIII en Francia) y un estilo neoclásico que casi nos retrotrae a la mismísima Roma Imperial... Pero no, por supuesto, David aborrecía la Roma Imperial porque su parecido con el Absolutismo monárquico salta a la vista. Al pintor francés, miembro de la Montaña (el grupo de revolucionarios más radicales en los primeros años de la revolución), le gustaban más los periodos anteriores, los de la monarquía y la república romana. ¡¡Y es en ellos donde encuentra su fuente de inspiración!!
En la obra que analizamos aquí observamos como los líctores, una especie de guardaespaldas o policía privada en la antigua Roma, entran a la "insulae" de Bruto, con los cuerpos de sus hijos a cuestas. Bruto se encuentra consternado pero sereno aunque no quiere mirar la escena. Mientras tanto, una mujeres lloran desconsoladas. Hasta aquí todo normal. No podemos descubrir qué relación tiene esto con las ideas revolucionarias de David.
Ahora bien: es que Bruto no era un personaje cualquiera. Lucio Junio Bruto fue el fundador de la mismísima República de Roma. Ahora empiezan a cuadrar las historias: fundador de la República, repito, por si no ha quedado claro. No confundir a este Bruto con Marco Junio Bruto, uno de los asesinos de Julio César en el 44 a.C. La historia de nuestro Bruto se desarrolla en el siglo VI a.C.
Ahora empezamos a comprender: David regala al rey Luis XVI un cuadro en el que aparece el fundador de una República. Pero no solo eso: la escena es interesante porque según la tradición histórica, Bruto permitió la ejecución de sus propios hijos a pesar de que era la máxima autoridad de Roma en aquel momento (y la podía haber parado). Sin embargo la consintió porque sus hijos habían sido acusados de traición a la República. Ahí queda eso.
David, estaba diciendo a Luis XVI que los traidores a la República perecerían en el intento. Eso lo hizo en 1789, en 1793 el monarca sería guillotinado en la Plaza de la Revolución de París. El pintor de la corte se había adelantado a los acontecimientos de nuevo.
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