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viernes, 24 de noviembre de 2023

¿CUÁL FUE EL LEGADO DE NAPOLEÓN EN SORIA?



Obelisco a los mártires de la Guerra de la Independencia, Soria


Estos días la figura de Napoleón Bonaparte vuelve a estar de actualidad por el estreno de una película hollywoodiense dirigida por Ridley Scott. Y, como es habitual, proliferan en Twitter (ahora X), Instagram, prensa y televisión no sólo multitud de críticas sobre la película sino también análisis acerca de la figura histórica que protagoniza el filme. Napoleón es a la vez, como casi todos los líderes históricos, un tirano, un genio militar, un loco y un visionario. 

He leído un interesante hilo en Twitter en el que describían el legado histórico de Napoleón. Padre de las naciones europeas, de Alemania, de Italia, de Bélgica, de Polonia. Difusor de las ideas ilustradas por el viejo continente. Padre del derecho civil que se usa en medio mundo, el Código Napoleónico. Y uno se ha preguntado, así de repente, cuál fue el legado del emperador francés en una tierra marginal y pobre (ya a comienzos del siglo XIX) como Soria. ¿Qué dejó Napoleón en Soria?

Seguramente los sorianos oyeron hablar de Napoleón por primera vez a finales del invierno de 1808, cuando algunas patrullas francesas atravesaron la provincia de forma "pacífica y amistosa". La cosa cambió poco después, a finales de mayo, cuando llegaron las noticias del levantamiento del pueblo de Madrid contra el amigo que se había convertido, ahora, en invasor. Fue el comienzo de la Guerra de la Independencia Española (1808 - 1814). El hermano de Napoleón, José Bonaparte, se convirtió en rey de España. "Pepe Botella" lo llamaron los españoles haciendo gala de su legendaria ironía, ya sabéis... 

En la provincia de Soria hubo dos tendencias en aquellos momentos de confusión por la marcha de los reyes a Bayona y el vacío de poder dejado en el reino. En el Burgo de Osma hubo cierta connivencia con los franceses y el ayuntamiento incluso nombró a dos representantes para la Junta de Bayona. No así en la capital soriana, donde el 3 de junio se organizó una Junta Local de Defensa, como en otras ciudades españolas, para ocupar el poder y coordinar la resistencia. Al parecer, fueron los jurados de cuadrilla (16 había entonces) quienes presionaron al ayuntamiento para organizar la Junta. Los sorianos rápido comenzaron a formar batallones como el "Numancia" (el nombre no fue, desde luego, muy original).

Aunque la victoria española en Bailén dio un respiro en el verano de 1808, las cosas se volvieron a torcer en noviembre. Entonces, el propio Napoleón se presentó en España con un enorme ejército. El ejército español se desintegró ante la Grande Armée después de las derrotas en Gamonal, Espinosa de los Monteros y Tudela. Las guerrillas se extendieron por el solar patrio. El 21 de noviembre de 1808, un ejército francés de 20.000 hombres dirigidos por el temible mariscal Ney se presentó ante las murallas de Soria. La ciudad tenía, entonces, unos 4.000 habitantes. 

Podemos imaginar el impacto de 20.000 soldados en una ciudad de esas dimensiones. Los pillajes, los asaltos, las reyertas, las violaciones y los abusos fueron el pan nuestro de cada día en Soria. Y eso que, al principio, los franceses encontraron la ciudad vacía porque los sorianos habían huido a los montes. La ocupación de la ciudad se prolongó desde noviembre de 1808 a marzo de 1812. Pero ¿qué interés tenía Soria para los ejércitos de Napoleón?

Soria se encontraba fuera de los principales ejes de comunicación establecidos por los franceses: el eje Bayona - Burgos - Aranda de Duero - Madrid, por un lado; y el eje Madrid - Zaragoza - Barcelona, por otro. Soria estaba a mitad de camino entre Aranda y Zaragoza, el lugar idóneo para almacenar suministros y armas. Además, la fortaleza medieval de Soria aún ofrecía seguridad a sus moradores, a pesar de su mal estado de conservación, igual que la muralla de la ciudad, aunque estaba arruinada en algunos puntos. 

Los sorianos, mientras tanto, no cesaron de hostigar a los franceses aquí y allá. En la provincia operaron las partidas guerrilleras de El Empecinado y el cura Merino. La Junta de Defensa fue liderada por el general José Joaquín Durán, que liberó la ciudad, por primera vez, el 17 de marzo de 1812, en medio de una copiosa nevada. Los franceses volvieron diez días después y tuvo que huir. Tras la derrota de los ejércitos de Napoleón en la batalla de los Arapiles, las tropas de Durán entraron definitivamente en Soria a finales del verano de 1812. Los franceses no volverían nunca. 

¿Y cómo fue el rastro que dejó "la francesada"? Desolador. En la ciudad, los franceses saquearon el convento de San Francisco y el Hospital de Santa Isabel. La ermita de San Saturio fue parcialmente destruida y el arrabal del oeste de la ciudad (en torno a la Plaza de Herradores y la iglesia de El Salvador) fue incendiado. Las murallas y el castillo fueron voladas por orden del general Durán para evitar que los franceses volviesen a ocuparlas. Desaparecieron obras de arte y joyas. En la provincia, los daños en los campos de cultivo fueron terribles y numerosos pueblos vieron cómo sus iglesias, palacios y castillos eran saqueados: el Burgo de Osma, Almazán, San Esteban de Gormaz, Berlanga de Duero, Ágreda y Medinaceli. La provincia quedó exhausta por la guerra.

Lo peor, como siempre, fueron los muertos. Decenas de patriotas fueron ejecutados por los franceses en Soria, entre ellos, algunos miembros de la Junta de Defensa de Burgos, fusilados en la primavera de 1812. En su honor, se levantó un humilde obelisco en el Campo de la Verdad, entre el Priorato de San Benito (hoy, la plaza de toros), que había sido incendiado por los franceses, y las eras de Santa Bárbara. Allí sigue el monumento, que pasa desapercibido en medio de un pequeño jardín. En su inscripción podemos leer, aún hoy, el año en que se levantó: 1812.

Por otro lado, un soriano que se encontraba en Cádiz, Manuel García Herreros, fue un gran defensor de la causa liberal en las Cortes convocadas en 1810. García Herreros participó en la redacción de la Constitución de 1812, que sería anunciada en la Plaza Mayor de Soria por José Joaquín Durán en septiembre de ese año, en medio de la euforia por la liberación de la ciudad de manos de los franceses. Algunos sorianos, no obstante, fueron acusados de afrancesados, como Vicente García de Leániz, que acabó siendo, no obstante, primer alcalde constitucional de Soria. 

El legado de la invasión napoleónica también se dejó notar tiempo después, en 1833, cuando se reformó la división provincial del país. Javier de Burgos, por encargo de la regente María Cristina de Borbón, viuda de Fernando VII, diseñó una división provincial inspirada en los departamentos franceses, en el plan territorial de la administración francesa de José I durante la Guerra de la Independencia (1808 - 1814) y en el Plan Bauzá del Trienio Liberal (1820 - 1823). La provincia de Soria perdió importantes territorios (las tierras más ricas y prósperas, diría Nicolás Rabal): La Rioja soriana al norte y la mitad de las Tierras de Medinaceli, al sur.

Y, según muchos autores, la invasión napoleónica de España espoleó el nacimiento de la nación española. El pueblo español se levantó en armas contra el invasor extranjero. El barón Marbot, comandante de un batallón francés que recorrió las tierras de Soria en su camino desde Tudela a Aranda, dejó escrito que "como militar tuve que combatir a hombres que atacaban al ejército francés, pero no podía evitar reconocer en mi fuero interno que nuestra causa era mala".

Otro francés, De Rocca, escribió en sus memorias: "...en Alemania habíamos tenido que vencer a gobiernos y a ejércitos; en la Península española, donde íbamos a hacer la guerra no estábamos en absoluto llamados a combatir a tropas en línea, por todas partes y lugares poco más o menos de la misma condición sino contra todo un pueblo...". Los sorianos se sentían parte de aquel pueblo que se alzó contra Napoleón, aunque este nunca pisó Soria. 


Torre del homenaje de la fortaleza de Soria, destruida durante la ocupación francesa de la ciudad. 



BIBLIOGRAFÍA:
  • CALAMA ROSELLÓN, A. (2004): Historia de Soria (1808 - 1814). Sociedad y vida. Fastos y gestas. Desastres y expolios. Soria (España): Diputación.
  • GARCÍA FRÍAS, G. (2022): Una breve Historia de Soria. Soria (España): MLH
  • PÉREZ RIOJA, J.A. (1985): Historia de Soria. Soria (España): Centro de Estudios Sorianos.

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