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martes, 7 de noviembre de 2023

"DIRECTO AL CORAZÓN"


Hace algunos días informaba el Telediario del asesinato de un agricultor palestino a manos de un colono israelí en la ciudad de Nablus (Cisjordania). Según el reportero, era un ejemplo del aumento de la tensión en la zona desde el inicio de la guerra de Gaza en octubre de 2023. Los familiares del hombre mostraron a cámara el vídeo de lo sucedido como prueba de la veracidad de su relato. 

En la grabación, realizada con un teléfono móvil, se podía ver a tres colones israelíes entrando en el olivar del palestino. Uno de los judíos iba armado con un fusil. Después de destruir algunos olivos, cuando el campesino les increpó, el judío disparó, sin mediar palabra, a sangre fría en el pecho del hombre, que murió de inmediato. En la secuencia siguiente, se observaba al agricultor palestino, ensangrentado, tendido en el suelo, mientras sus familiares trataban de auxiliarlo sin éxito. Aquel hombre tenía esposa y varios hijos. Cuando la mujer fue a pedir explicaciones a la casa de los colonos, le amenazaron y le escupieron.  

Las incursiones judías en tierras palestinas debían de ser frecuentes, pero hacía mucho tiempo que no llegaban a esa brutalidad. Con toda impunidad, los colonos judíos entran en las tierras de los palestinos y destruyen su modo de vida. En otras palabras, les hacen la vida imposible hasta que se ven obligados a marcharse a otro lugar. La violencia ha alcanzado en los últimos días niveles que hacía años que no se veían. Y parece que da lo mismo si la perpetran los palestinos contra los israelíes que los judíos contra los palestinos. La violencia es violencia siempre. 

Esta noticia es de esas que hielan a uno el alma cuando las escucha. Entre otras razones porque se salen del relato oficial de buenos y malos que estamos acostumbrados a escuchar. De hecho, en un conflicto así, no suele haber buenos y malos. Casi todos luchan por sobrevivir. Muestran el lado humano de la barbarie, el día a día de la guerra. Pero algunas imágenes causan tal impacto que se quedan en la retina durante años. Incluso, de por vida. Es como si apuntasen directamente al corazón de uno.

Esta noticia me hizo recordar otras imágenes que vi hace muchos (demasiados) años en un periódico. Una secuencia de fotografías terrorífica que nunca se me fue del todo del recuerdo. De esas que dejan tanta huella que, incluso, después de muchos años las tienes presentes, como si las hubieses visto ayer. Eran otras imágenes que van directas al corazón. Que agitan la conciencia.  

Era 2004, yo apenas un adolescente, y estaba acostumbrado a ojear el periódico 'ABC' que compraba cada día mi abuelo. Cuando llegaba a casa del instituto y esperaba la hora de comer, me entretenía pasando sus hojas. Habitualmente prestaba atención a la programación de televisión para ese día y a la tira de 'Cándido' que publicaba cada día Mena en las páginas finales del diario. Lo demás rara vez atraía mi interés. Pero el 12 de febrero de 2004, esta secuencia de fotografías que llevaba en la portada me impresionó:

Detalle de la portada de 'ABC' del 12 de febrero de 2004. 
Se puede consultar aquí.


Con el titular 'Directo al corazón', mostraba el momento exacto de la muerte de un ciudadano en Gaza. Un soldado israelí le había disparado en el corazón, según decía el texto. En aquellos momentos, la Franja de Gaza estaba ocupada por Israel (la abandonaría en 2005). Aquel hombre recibió un disparo en el pecho en plena calle. En las primeras imágenes camina intentando tapar la hemorragia con las manos. En la foto más grande se observa a sus compañeros auxiliándolo instantes antes de que se desplome muerto, como podemos ver en las últimas instantáneas. Son unas fotos de 2004, pero podrían ser de ayer.

Recuerdo perfectamente la conmoción que me causaron esas imágenes. Me recuerdo observando una y otra vez la portada del periódico y leyendo a conciencia el breve texto que las acompañaba. Recuerdo a mí yo de trece años impresionado por aquella muerte retratada en cada instante, el rostro de la víctima, la desesperación de sus compañeros. En aquel momento yo sabía poco del conflicto de Palestina, pero aquella noticia me dejó tal huella que aún la recuerdo. Desde entonces, algunas veces, venía a mi cabeza aquel hombre sin nombre, pero cuya muerte fue retratada por un reportero.

El otro día mi memoria la recuperó, una vez más, después de ver la noticia del agricultor palestino y el colono israelí. Son historias gemelas aunque con diecinueve años de diferencia. Casi dos décadas han transcurrido entre el gazatí víctima del francotirador y el cisjordano asesinado en el olivar. Dos décadas en las que parece que nada ha cambiado en Palestina, donde la muerte, el odio y la venganza son el pan de cada día. 

Creí que no encontraría nunca la portada, de la que desconocía por completo la fecha. Creí que no volvería a ver esas fotografías tan terribles. Pero internet, la Hemeroteca digital del 'ABC' y un poco de paciencia hacen milagros. Te permiten viajar a momentos del pasado, puedes recuperar incluso lo que crees irrecuperable. Busqué la portada con un poco de temor por las sensaciones que podía despertarme de nuevo. Pero al verla, no sentí lo mismo que aquel muchacho de catorce años que la vio por primera vez. Al final, el tiempo y la vida hacen a uno más duro, más frío. Nos acostumbramos a ver con indiferencia las tragedias que nos llegan de otros lugares del mundo. 

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