LA NOCHE DE LOS CRISTALES ROTOS
El joven Hershel Grynzspan no iba a permitir
que los nazis humillasen de aquella forma a su familia así que se presentó en
la embajada alemana en París el 6 de noviembre de 1938. Lo recibió un
secretario de nombre Ernst von Rath quien no sólo no atendió a las preguntas
del joven sino que se burló de él. Hershel, que ya suponía esa reacción,
desenfundó una pistola que había comprado días antes y le descerrajó cinco
tiros al secretario nazi.
Al día siguiente, el ministro de propaganda
del gobierno nazi, Joseph Goebbels, informó al Führer sobre lo sucedido en
París. Hitler afirmó que “los judíos sentirían la ira popular” y ordenó que se
preparase un plan de actuación inmediato para castigar a los judíos.
El plan no fue espontáneo, obviamente, ni fue
“popular” como había dicho Hitler, sino que se impulsó desde las esferas de
poder y lo ejecutaron las SS (la organización político militar nazi) y las SA
(organización paramilitar propia del partido nazi). Al mismo tiempo, la prensa
controlada desde el gobierno, se encargaba de incitar el odio de las masas que
los días siete y ocho de noviembre ya habían linchado a algunos judíos.
7.500 comercios judíos fueron destruidos a lo largo y ancho del Reich Alemán. |
Pero la furia estallaría a las dos de la
madrugada del 9 de noviembre y se extendería durante cuarenta y ocho horas. Las
SS y las SA arrasaron miles de comercios regentados por judíos y quemaron miles
de sinagogas y colegios judíos tanto en Alemania, como en Austria y los
Sudetes, que acababan de ser incorporados al III Reich.
Una de las miles de sinagogas incendiadas |
Aproximadamente cien judíos murieron aquella noche
y 30.000 fueron deportados a campos de concentración como Dachau, Sachsenhausen
y Buchenwald, que ya se habían preparado en los días antes para acogerlos. Se
calcula que los daños materiales fueron incalculables ya que las hordas nazis
saquearon y destruyeron viviendas con multitud de cuadros y obras de arte.
Al día siguiente, el 11 de noviembre, los
periódicos recogían la llamada “Acción Judía” mientras cientos de
miles de judíos alemanes, atemorizados por la locura desatada en esos días,
abandonaron Alemania. Aquella noche sería conocida después como “LA NOCHE DE
LOS CRISTALES ROTOS” en alusión a los miles de escaparates y ventanas que
fueron destruidos por los nazis.
"La noche de los cristales rotos" la llamaron después... |
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