Izq.: 1) nervios de la bóveda de la iglesia; 2) Detalle del interior del monasterio; 3) maqueta del monasterio. Der.: Fachada de la iglesia del monasterio con el rosetón y la portada.
Otro de los lugares repletos de Historia cerca de Medinaceli es el monasterio cisterciense de Santa María de Huerta, escondido en los recovecos del valle del Jalón. Se trata de esos lugares remotos, inhóspitos, situados a medio camino de todos lados y cerca de ninguno. Se encuentra en la provincia de Soria, pero junto al límite con Aragón y cerca también de la provincia de Guadalajara. Desde Soria se tarda una hora en llegar.
El monasterio cistercienses es también un lugar que uno no espera encontrar ahí, en un pueblo, Santa María de Huerta, de apenas dosciento sesenta habitantes. Fue fundado por los monjes de la orden del Císter en el año 1162, poco después de la reconquista y la repoblación cristiana del lugar.
Recordemos que Zaragoza fue conquistada por Alfonso I "el Batallador" en 1118 y un año después se ha establecido (más o menos oficialmente) la fecha de la reconquista de la ciudad de Soria. Se sabe que Medinaceli, como dije en la entrada anterior, fue reconquitada por el mismo monarca en el 1123 así que calculen ustedes. Cuarenta año después, ya estaba la Orden del Císter en estas remotas tierras situadas, entonces, en la frontera con Al-Ándalus y a medio camino entre Castilla y Aragón.
1) Claustro gótico y claustro plateresco; 2) fachada de la iglesia; 3) bóveda del claustro gótico y 4) río Jalón junto al Monasterio.
El complejo monástico de Santa María de Huerta, en el centro de la localidad, es amplio, resultado de la yuxtaposición de espacios durante siglos. La vista más característica es la fachada del siglo XII con su gran rosetón y su portada abocinada con arcos apuntados, de estilo gótico. También se pueden obervar los restos de un curioso pórtico o nártex de tre arco apuntados que desapareció.
La portada da acceso a una iglesia de alto muros. Es interesante obervar el coro y el órgano así como la capilla mayor. Las pinturas al fresco que adornan la capilla fueron realizadas por Bartolomé Matarana a finales del siglo XVI y en ellas se representan escenas de la Batalla de las Navas de Tolosa (1212), aquella gran victoria de lo cristiano sobre los almohades que fue el inicio del fin de la Reconquista. De igual forma, no puede dejar de contemplarse el retablo mayor, de estilo barroco (siglo XVIII).
1) claustro plateresco con medallones característicos; 2) bóvedas y columnas del refectorio de lo conversos; 3) escalinata y púlpito del refectorio; y 4) patio herreriano con las estatuas de San Martín de Finojosa y el arzobispo Ximénez de Rada.
Dos claustros articulan los espacios dentro del monasterio. El más antiguo es del siglo XIII, de estilo gótico. En torno a él se encuentran las salas típicas de los monasterios medievales: la sala capitular (que se ha perdido), el refectorio, la cocina y la cilla. Destaca el refectorio, contruido en el siglo XIII. Es un gran espacio de luz de bóveda expartita, que se sostiene sobre los muros sin la necesidad de columnas de apoyo. Es curiosa la escalera de subida al púlpito del lector. Desde allí, uno de los monjes leía en voz alta mientras el resto comía.
Izq.: interior del refectorio; centro: retablo mayor de la iglesia; der.: entrada al refectorio.
Sobre el claustro gótico, superpuesto, encontramos el claustro plateresco, contruido entre los siglos XVI y XVII. Los medallones de la balaustrada representan principalmente reyes, monjes y personajes bíblicos. Otros espacios interesantes son la Sala de los Conversos o Legos, del siglo XII y con espectaculares columna románico-mudéjares y el claustro herreriano que se construyó, como el plateresco, entre los siglos XVI y XVII.
En el jardín del claustro herreriano hay dos estatuas dedicadas respectivamente a San Martín de Finojosa, que fue abad del monasterio y obispo de Sigüenza; y Rodrigo Ximénez de Rada, arzobispo de Toledo, que participó, junto al monarca castellano Alfonso VIII, en la batalla de la Navas de Tolosa. Ximénez de Rada fue protector del monasterio. Tanto San Martín de Finojosa como Ximénez de Rada están sepultados en la iglesia. Y es que Huerta es también un rincón de la Historia de Castilla y de toda España.
1) frescos que decoran lo muros del claustro gótico; 2) detalle de la cocina monumental junto a la chimenea del siglo XIII; 3) modillones cistercienses en la sala de lo conversos; y 4) sepulcro de Ximénez de Rada.
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